El desarrollo integral del niño consiste en ofrecer a los niños y niñas la oportunidad y posibilidad de realizar actividades lúdicas, motrices, cognoscitivas, sensoriales y emocionales que le permitan afianzar su autonomía, dándoles seguridad y confianza en lo que se propongan realizar, así como la facilidad para resolver situaciones que se le presenten en la vida diaria.