La meningitis puede deberse a bacterias, hongos, virus, parásitos o a causas no infecciosas como malignidad o condiciones reumatológicas. Una condición previa para que ocurran las infecciones bacterianas es la capacidad de los patógenos de atravesar la barrera hematoencefálica, donde éstos penetran por un mecanismo transcelular que involucra procesos de pinocitosis.