La poesía moderna, desde Charles Baudelair y Arthur Rimbaud, ha meditado acerca de la esfera corporal del ser humano. Superando la fácil dicotomía cuerpo-alma, los poetas modernos nos han visto que el cuerpo ora sufre las secuelas del discurso del poderm ora cumple necesidades fisiológicas primordiales, ora posibilita una desmitificación de prototipos estéticos clásicos o bien permite una autorreflexión acerca de las partes (piernas o brazos) que permite profundizar en la fragmentación imaginaria del hombre.