Tal vez nadie merezca tanto como Octavio Paz aquel epíteto famoso con que Cervantes bautizó a Lope de Vega: “Monstruo de la naturaleza”. La impresionante cantidad de textos que escribió y publicó en vida fácilmente abarcan una biblioteca entera. Poeta, ensayista, escritor universal, la producción superlativa, en su caso, respondió a su curiosidad congénita sobre todo lo que concernía al hombre y a su tiempo: México, Latinoamérica, Francia, Europa, el extremo Oriente, la India, Japón.